En una entrada que publiqué acá en el blog, titulada "Bronca" si no me equivoco, hablaba de una mujer que fue al trabajo de mi mamá a maltratarla verbalmente por una deuda económica.
Bueno, ayer gracias a Dios mi mamá tenía la plata para pagarle y yo me ofrecí a llevar la plata, de paso, le iba a decir todo lo que pensaba de la actitud anterior de la mujer.
Pero en su lugar, mi mamá me acompañó. Yo dejé que ella hablara, yo solo escuchaba, mi mamá pidió perdón por la tardanza y la mujer aceptó las disculpas.
Luego de que salimos con mi mamá del lugar, yo le pregunté: Ma, por que la trataste bien a ella, si ella te trató re mal...
Y ella me dijo: "Hijo, Dios se va a encargar de ella"...
Esas palabras quedaron en mi mente y me puse a pensar que, si mi mamá siendo humillada en frente de todos, por una desconocida, era capaz de perdonarla, yo debía perdonar a quienes hagan cosas que me molesten.
Casi no hablamos con mi mamá, pero cuando hablamos me dice cosas muy sabias.
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